
La asertividad aplicada a los líderes.
Seguramente has escuchado este término, ¡o incluso la has usado! Y es que el desarrollo de la asertividad es una de las competencias del liderazgo. Como buenos coaches (y líderes) que somos, nuestra familiaridad con a asertividad es bien estrecha.
Por eso sabemos que lo retos actuales requieren de líderes que sepan responder con asertividad ante grandes desafíos, que sean claros, coherentes, efectivos y que tengas metas y objetivos precisos. Deben saber a donde se dirigen y por supuesto tienen que saber transmitirlo de manera asertiva.
Aprende a identificar tu rol.
Tanto si eres un líder como si no, tienes un rol. Este rol de comunicación lo aplicas a diferentes áreas o situaciones de tu vida. Por ello, es importante que aprendas a tomar conciencia de ello, para darte cuenta de si este rol te aleja o acerca a tu objetivo de comunicación:
¿Cómo te comunicas con los demás?
¿El único momento en el que consigues que los demás hagan su trabajo es cuando los amenazas?
¿No te atreves a pedir cosas para no generar conflicto?
¿Te cargas con más trabajo del que deberías por no saber pedir ayuda o por no saber decir que no?
Tipos de roles
¿Tienes claras tus respuestas? Entonces es el momento de analizarlas. Existen tres tipos de roles. En función de tus respuestas, encajarás en uno u otro:
Rol pasivo: Si eres una persona pasiva, sueles evitar la confrontación, no defiendes tus opiniones, necesidades o derechos, y acabas cediendo ante las peticiones, opiniones o derechos de los demás. Sueles temer decir que no ante otros y acabas sobrecargado, asumiendo tareas y responsabilidades que no te corresponden. Respetas las necesidades de los demás por encima de las tuyas.
Rol agresivo: Si te inclinas más por el lado agresivo, probablemente impones tu opinión y no tienes en cuenta las necesidades de los demás. Éstas personas interrumpen, hablan alto e invaden el espacio físico de los demás. Suelen generar conflictos y tensión, y no aceptan un no por respuesta. Acaban imponiendo sus necesidades sobre las de otras personas.
Rol asertivo: Si eres asertivo, defenderás tu opinión respetando la de los demás. Dices lo que sientes y tienes la capacidad de discrepar, de decir que no abiertamente y reconocer tus errores. Conoces tus derechos y necesidades, siempre respetando las de los demás. Tienes la capacidad de expresar tus emociones y opiniones de manera tranquila, sin agresividad y sin temor.
Pregúntate en qué rol te mueves. Una vez lo sepas, plantéate qué estilo de comunicación necesitan tus objetivos.
¿Quieres ser más asertivo? Piensa cómo puedes conseguir que tus colaboradores aporten su talento sin “mandar” o “hacer de jefes”. Cómo puedes pedir cosas a tus superiores siendo fiel y honesto a tus necesidades. Cómo puedes decir que no sin sentirte mal por ello.
Tips hacia un estilo de comunicación más asertivo.
Si efectivamente, quieres desarrollar tu rol hacia un estilo más asertivo, te dejamos algunas de las soluciones aportadas por nuestros coaches:
Conéctate e indica tus necesidades. Solo si sabes lo que quieres puedes defenderlo y ser respetado por los demás.
Entrénate en escuchar e identificar las necesidades de los demás, lo que sienten y lo que opinan.
Haz peticiones honestas, claras y directas. No olvides tener en cuenta tanto tus necesidades como las de la otra persona a la que involucras.
Sal de la exigencia y no caigas en el servilismo o la condescendencia. En el punto intermedio está la asertividad, practícala.
Aprende a decir no cuando quieras decir no a la petición de otros. Si decides decir sí aunque queriendo decir lo contrario, mira qué necesidad estás cubriendo al decir sí y qué estás perdiendo al no permitirte decir que no.
En resumen:
Es importante que identifiques tu rol a la hora de comunicarte. De este modo podrás hacer una mejor aproximación a tus objetivos.
El rol asertivo se basa en, siempre respetando a los demás, tener voz propia sin miedo.
Identifica tus necesidades, aprende a decir que no y a hacer peticiones honestas y directas.