Las reglas del juego en la manera en la que se lideran equipos han cambiado. Las nuevas generaciones no quieren a vivir un día a día en el trabajo como lo hacían sus padres años atrás, ni están dispuestos simplemente a hacer lo que se les diga, por muy poco que les interesa.
Retribución flexible, políticas de bienestar, herramientas de conciliación… son términos que cada vez están más a la orden del día en el mundo empresarial. Probablemente, para ti no sea ningún secreto los maravillosos resultados que este tipo de acciones pueden tener: aumento de la productividad, atracción y fidelización de talento o incluso creación de una cultura organizacional positiva.
Es por eso por lo que quizás te estés planteando implementar coaching en tu empresa. Si aún tienes la duda entre si hacerlo o no, este es tu artículo.
¿Qué es el coaching?
“El coaching profesional se fundamenta en una asociación con clientes en un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional”. Esta es la definición que nos da la Federación Internacional de Coaching.
Sin embargo, podemos profundizar mucho más allá de esta sencilla definición. Gracias al coaching, las organizaciones pueden definir objetivos, conocer sus fortalezas y superar sus limitaciones.
Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, el coaching es “acción, es aprender por medio de la experiencia.” Aprender de los errores y sacar lecciones de éstos es uno de los mantras de la disciplina. Esto permite a los coachees sentirse cómodos, abiertos a aprender y por tanto se crea un ambiente de bienestar.
Y es que el coaching genera un aprendizaje basado en desarrollar nuevas acciones, te estimula a ver la posibilidad de cambiar la perspectiva o la forma de ver los problemas, las oportunidades, las capacidades propias y de los demás, es lo que te motiva a nueva formas de actuar, lo que te lleva a una nivel de aprendizaje más amplio.
Aunque la teoría suena fenomenal, te debes estar preguntando cuáles son los verdaderos motivos de por qué funciona el coaching en términos de cambio y búsqueda de la motivación.
Las bases las sienta Maslow con su pirámide.
La pirámide de Maslow y su papel en el coaching
La pirámide de Maslow es una vieja conocida del ámbito empresarial. En ella puedes ver cómo las necesidades escalan desde las básicas que comprometen la supervivencia hasta la autorrealización. Cada una de estas necesidades van estrechamente ligadas a unos motivadores y a unos factores culturales:
La cultura impulsiva: dentro de la cual entran los motivadores del salario y la vivienda.
La cultura dependiente: esta se refiere al motivador de la comunidad.
La cultura independiente: de la cual dependen el prestigio y la capacitación.
La cultura interdependiente: relacionada con los valores y el significado.
Pero, ¿qué tienen que ver estos motivadores con el coaching? El coaching está estrechamente ligado con el liderazgo, y un buen líder debe entender a la perfección qué motiva y mueve a sus empleados.
Tradicionalmente, los líderes han entendido que, cubriendo las necesidades de la base de la pirámide, basta para mantener una situación ideal en el trabajo. Sin embargo, los tiempos han cambiado.
Maslow ya entendía ésto desde que formuló su pirámide, colocando la autorrealización en lo más alto. Él hablaba de la autorrealización personal, estrechamente relacionada con la necesidad de encontrar propósito y sentido a la vida.
De este modo, entendemos que la autorrealización es la clave motivacional para los trabajadores. Es importante mantener estas motivaciones altas, ya que de este modo, las personas tenderán a tener un mayor nivel de implicación y alto nivel de compromiso con sus responsabilidades y puestos de trabajo.
Los mayores abanderados de buscar la autorrealización en su carrera profesional, sin duda, son los millenials. Las nuevas generaciones han venido para revolucionar el mundo empresarial, y como tal, debes adaptar tu estilo de liderazgo.
El tipo de liderazgo que buscan las nuevas generaciones.
Los millenials (y cada vez más la generación Z), tienen una manera diferente de entender qué es el trabajo. Las nuevas generaciones dan por hecho que las necesidades de la base de la pirámide serán cubiertas a través de las condiciones contractuales, por lo que al mismo tiempo buscan alcanzar nuevos objetivos y otros aspectos profesionales fuera de lo meramente contractual.
La autorrealización, que su trabajo aporte un valor, que tenga un propósito, es lo que buscan satisfacer estos empleados, lo que puede perjudicar a las organizaciones más tradicionales.
Las nuevas generaciones están comenzando a introducirse al mercado. Por eso, las empresas deben adaptarse. Adoptar nuevos estilos de liderazgo es imperativo, pero también altamente beneficioso. Se debe dar prioridad al desarrollo de los empleados, ofrecer oportunidades de formación, desarrollo y crecimiento en la empresa.
Los jóvenes no buscan un trabajo para toda la vida, pero si se les ofrecen oportunidades, desafíos, retos y aprecian un estilo de liderazgo que cuida del bienestar y promueve la autorrealización, será mucho más sencillo fidelizar ese talento.
Liderar desde la perspectiva del bienestar genera buenos resultados.
Como decíamos al principio, los buenos resultados del coaching no son ningún secreto. Liderando desde esa perspectiva de bienestar que posibilita la disciplina, puedes conseguir:
Evolución personal y de tus equipos.
Desarrollo de futuros líderes para tu organización.
Mejora de las habilidades del líder.
Rendimiento consistente (e incluso aumentado) y compromiso mantenido.
Creatividad para la generación de nuevas ideas.
Si utilizando las técnicas del coaching como líder puedes lograr esta larga lista de beneficios, imagina lo que puedes conseguir bajo el acompañamiento de un coach.
No olvides que en Addtimme tenemos una larga lista de profesionales que no solo pueden acompañarte en el desarrollo de tu estilo de liderazgo, sino que también te verán crecer a lo largo de todo este proceso de cambio.